JULIÁN GARCÍA GALLEGO

JULIÁN GARCÍA GALLEGO

Se define a sí mismo como alguien que vive a lomos de dos mundos, los mismos que unen y separan a Rocinante del intrépido Clavileño: pues ambos pertenecen a un lugar que juguetea con la realidad y la ficción.

Quizás parezca extraño, pero está convencido de que todos disponemos de esa mezcla especial que nos permite soñar, y que los libros nos abren esa rendija perfecta para viajar sin tener que mover los pies.

Cuenta que la tierra en la que nació le permitió saborear el salitre que aromatiza todo lo que toca, pero que fueron los campos manchegos los que dieron forma a su personalidad, un magnífico escenario para crecer y vivir. Dice que los paisajes y sus gentes aportan todos los ingredientes para macerar, a fuego lento, las mejores historias.