LA NIÑA DE LAS FLORES

Una novela histórica ambientada en la Sevilla del siglo XVI, con el Siglo de Oro español como telón de fondo, que enmarca el centro del mundo,  y en el que los nuevos pensamientos penetraban furtivamente desde el corazón de la vieja Europa, mudos polizones que harían tambalear los propios cimientos de la todopoderosa Cristiandad.

En La niña de las flores encontramos una historia, tan fortuita como peligrosa, entre dos personajes principales que se conforman como la cara y la cruz de un mismo hecho, y donde todo gira alrededor «del invento del diablo»: la imprenta.

Con un estilo narrativo a la altura de grandes escritores de novela histórica y  un léxico y contextualización de la época y el lugar perfectos,  Pedro Hernández Escribano nos narra la historia ficcionada de su protagonista, María,  una dama  que tras la muerte de su esposo se hace cargo de la imprenta y los negocios de su marido en Lisboa, y Diego, un alto comisario de la Santa Inquisición en Sevilla. 

La trama está perfectamente hilada con los acontecimientos históricos del momento: la persecución, torturas y autos de fe a personajes históricos reales como librepensadores e intelectuales portugueses o conocidos personajes que lideraron la lucha por la libertad religiosa en Sevilla como Julianillo Hernández, las hermanas María y Juana Bohórquez, el Canónigo de la Catedral de Sevilla Constantino de la Fuente o Ponce de Leon entre otros eruditos e intelectuales reformistas sevillanos. 

Tanto el puerto de Sevilla, como el arenal y su submundo, Triana, el Castillo de San Jorge, las Reales Atarazanas o  el Monasterio de San Isidoro del Campo tienen un gran protagonismo en este drama histórico ubicado en  una época y acontecimientos ciertamente desconocidos de la historia de Sevilla.